PAUTAS DE
APRENDIZAJE PARA ATENDER A ESTUDIANTES CON BARRERAS DE
APRENDIZAJE
Aquellas
conductas que se consideran problemáticas desde diversos criterios (perjuicio
para sí mismo o los otros, interferencia en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, inadecuación moral. etc.). ¿Qué criterios se utilizan normalmente para
caracterizar esos trastornos del comportamiento? El más común suele ser la referencia social,
al considerar que suponen la trasgresión o la falta de normas y reglas que se
aceptan como reguladoras de los intercambios sociales, en edades en las que
deberían estar asumidas por el sujeto.
Ahora
bien pasamos a describir algunas de esas conductas:
Estereotipias
o movimientos repetitivos
Son conductas repetitivas motoras que
observamos en algunos alumnos (fundamentalmente afectados con trastornos del
desarrollo) y que, aparentemente, no tienen un motivo, pero sí un efecto
autoestimulatorio en el niño. Las más comunes son: palmadas, frotarse el pelo,
balanceos, aleteos de manos, fijaciones con ciertos objetos, etc.
La
necesidad de atajar estas conductas se hace buscando la
eliminación de la recuencia con que estos hechos interfieren en el aprendizaje,
reduciendo la receptividad de estímulos positivos adecuados.
Se pueden usar diversas técnicas
- La más común es buscar la actividad funcional de las manos o de la parte con que se produce la estereotipia.
- También podemos usar el refuerzo de conductas incompatibles. Así, cuando observamos que el alumno está con las manos tranquilas y quietas le reforzaremos, ignorando paralelamente la estereotipia cuando se produzca.
- El método de sobre corrección por práctica positiva (Kaplan, Fox y Zrin, 19731): " El procedimiento consiste en pedirle al sujeto que mueva aquella parte del cuerpo utilizada en su auto estimulación, únicamente según instrucciones, en vez de hacerlo cuando él quiera, y la forma de los movimientos ha de ser opuesta a la estereotipia original, con repetidos cambios de postura ". Así:
-
Para tratar el balanceo
de la cabeza, mediante instrucciones y guía manual, se obliga a mantener la
cabeza en cada una de estas posturas: hacia arriba, al frente y hacia abajo.
-
Para el balanceo del
cuerpo, mantener los hombros en dos posturas: hombros
-
hacia adelante (lejos de
la silla) y hombros hacia atrás (pegados al respaldo).
-
Movimientos de manos
delante de los ojos, colocar las manos en tres posturas
-
sucesivas: manos sobre
la cabeza, brazos y manos extendidas en cruz y manos pegadas al cuerpo con los
brazos hacia abajo.
-
Movimientos de los
dedos, hacer bolitas, enrollar papel: manos alejadas una de la otra, manos juntas.
Cada
postura debe ser mantenida durante unos treinta segundos. Si disminuyen las conductas
de forma significativa se va disminuyendo el tiempo del proceso. Lo ideal será
acabar sustituyéndolo por simples llamadas de atención.
Rituales:
Son conductas
repetitivas que se realizan con ciertos objetos o en ciertas situaciones, de
tal forma que el estudiante actúa siempre de la misma forma ante los estímulos.
Suelen ir acompañados de aumento del nivel de ansiedad.
Es
positivo buscar cambio de estímulos. Dependiendo del nivel cognitivo del alumno
será posible introducir técnicas de autocontrol y autoinstrucciones.
Rabietas:
Son conductas
emocionales que se refuerzan por el carácter aversivo que presentan para los
otros. Como ejemplos de este tipo de conductas tenemos los gritos, las patadas,
etc. Se ha comprobado que, por la
tensión física que implica la conducta, puede ser útil la administración de
relajación, física y verbal.
Entre
las técnicas usadas tradicionalmente está la extinción, entendida como la
supresión del reforzamiento por parte del adulto, ignorándolo. Aunque se
produce, y hay que contar con ello, un incremento inicial de la conducta,
posteriormente se reduce o desaparece. Esta técnica puede ir acompañada del
reforzamiento de conductas incompatibles o alternativas. También el tiempo
fuera, acompañado de estímulos verbales discriminativos apropiados.
Agresión:
Esta conducta
física violenta, dirigida a producir lesión en otros sujetos, se puede
manifestar por diversas causas:
- Agresión respondiente: el sujeto reacciona así ante algún estímulo para él aversivo.
- Agresión operante reforzada por sus consecuencias: obtención de atención, producir alguna reacción en el sujeto...
- Agresión operante ante ciertos estímulos previos: expresiones faciales, gestos que realiza la otra persona por temor. El tratamiento variará en función del tipo. Así, la agresión respondiente disminuirá o desaparecerá retirando los estímulos que la producen.
El
tiempo fuera o el castigo, en forma de regaños, intensidad del contacto físico
son adecuados para el segundo tipo.
Eliminando
el temor en los demás desaparecerá el estímulo discriminativo que produce la
agresión, cuando se trata del tercer tipo. "
Conductas autolesivas:
Se
caracterizan como el auto producción de daño físico, de modo repetido o crónico
por parte del sujeto. El daño puede ser inmediato o con graves consecuencias a
largo plazo. Las más comunes son: morderse diversas partes del cuerpo, golpearse,
ingerir sustancias u objetos peligrosos, arrancarse el pelo, pellizcarse...
Es
importante para el tratamiento el análisis del ambiente y estímulos que
producen o mantienen la autolesión. Puede ser buscar la atención, escape a
situaciones no placenteras...
En el siguiente
cuadro resumimos algunas de las técnicas a las que nos hemos estado refiriendo
para el tratamiento de esas conductas desadaptadas.
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