La visión es un elemento clave dentro del aprendizaje, en concreto en cuanto a la lectura, la escritura y las matemáticas se refiere. Estas tres áreas básicas del aprendizaje escolar dependen de la capacidad del niño de ver e interpretar símbolos escritos.
Nuestros niños pasan todos por exámenes visuales, pero éstos raramente evalúan otra cosa que la agudeza visual, es decir: la distancia de nuestra visión. Éste es solamente un componente más del complejo sentido de la vista.
Ver, percibir correctamente e interpretar lo que vemos, además de utilizar los ojos de forma adecuada para poder leer y escribir con facilidad, son capacidades que dependen directamente de una compleja serie de conexiones neuronales que ocurren en los primeros años de desarrollo del niño. Nuestro funcionamiento visual depende de una maduración adecuada del sistema nervioso central.
Debido a la separación que existe entre los dos ojos ocurre que cada uno de ellos ve una imagen ligeramente diferente del otro. Será el cerebro el encargado de fusionar estas dos imágenes en una única imágen, a esto se le llama "convergencia". Para poder hacer esto, el cerebro necesita que ambos ojos envíen una imágen clara y nítida.
La imágen será clara y nítida si nuestros ojos son capaces de enfocar en el objeto que miramos a la distancia adecuada. El foco debe ajustarse rápidamente a diferentes distancias para lograr estas imágenes de calidad, a esto se le denomina "acomodación".
A la hora de leer con comodidad, los ojos deben poder seguir una línea de letras de forma suave y uniforme. En realidad leemos grupos de palabras en forma de saltos de izquierda a derecha. Estos movimientos se llaman "sacádicos" y la capacidad visual que lee líneas de palabras escritas sin perder el punto es el "reseguimiento".
Los problemas con la lectura suelen ser los primeros en alarmarnos, pero normalmente van asociados a otros tales como problemas en la escritura y la ortografía. Una deficiente capacidad visual afectará también a la conciencia espacial del niño, a su imagen corporal y a su coordinación mano-ojo. La energía y el esfuerzo realizados por el niño dentro del aula serán siempre desproporcionales a sus resultados y a su rendimiento en general. Esto genera frustración y la evitación de ciertas actividades relacionadas con el trabajo escolar.
Síntomas que podemos observar en clase relacionados con problemas en el proceso visual:
- Pérdida de la línea que se estaba leyendo.
- La necesidad de utilizar el dedo para mantener la fijación visual.
- Voz monótona y plana cuando lee en voz alta.
- Comprensión lectora pobre.
- Incapacidad de dibujar con precisión.
- Columnas desalineadas en aritmética.
- Dificultad para atrapar una pelota.
Muchos problemas visuales necesitarán de la opinión de un profesional, que implicará la visita a:
- El oculista para comprobar la agudeza visual.
- El optometrista que puede recomendar gafas especiales y ejercicios oculares.
- Un optometrista especializado en desarrollo y comportamiento.
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